La prosperidad comienza con la comprensión de nuestra función. Somos los administradores de Dios. Jesús dijo que confiar en Él en el área de las finanzas era el menor uso de nuestra fe. La verdadera prosperidad no tiene sus raíces en la codicia y el egoísmo. Los motivos para dar son más importantes que el regalo. Pero Dios tiene un propósito divino para la abundancia de recursos económicos en nuestras vidas. Somos bendecidos para ser una bendición. Andrew explica todas estas cosas y más en este libro de tapa blanda, mismo que le dará la perspectiva bíblica y le ayudará a entender el propósito de las finanzas.
Format: PDF
ISBN: 978-1-59548-155-9